sábado, 7 de noviembre de 2015

LA PINTURA DEL RENACIMIENTO

1. Aspectos generales de la pintura renacentista:

·         La estimación hacia esta técnica artística incrementa hasta ser considerada como “el arte del rey”.
·         Fidelidad en la representación del espacio.
·         Esculturicismo: imitar los volúmenes de la escultura.
·         Representación del paisaje y la naturaleza.
·         Universalismo temático: se hablaba de todo lo inherente al ser humano.
·         Idealización exagerada del ser.
·         Orden proporción y armonía en la composición: La líneas en el espacio son paralelas y convergen en el punto de fuga, por esto las figuras disminuyen su tamaño paralelamente a la lejanía con el espectador.
·       Perfeccionamiento de acabados, técnicas y detalles.

                  Amor sacro y amor profano (1515)
                                                                 Autor: Tiziano (1490- 1576)
                                                                       Óleo sobre lienzo
                                                            Galería Borghese (Roma, Italia)


     Pintura en el Quattrocento

·         Perspectiva geométrica: las figuras se encuadraban en un haz de líneas que convergen en un punto (pirámide visual)
     La trinidad (1425 - 1428)
                                                                 Autor: Mosaccio
                                                                 Pintura al fresco
                                        Iglesia de Santa María Novella (Florencia, Italia)


   Innovadores: Presentan una nueva corporeidad y espacio en la perspectiva. Ven “la superficie pictórica como un campo de experimentación”. Entre ellos estaban: Masaccio, Perugino, Mantegna, Ucello, Signorelli y Piero della Francesca.



              Obras:



Continuistas: Cultivaban las tradiciones tordogóticas (relativas al gótico tardío). Ellos eran: Fra Filippo Lippi, Fra Angélico Sandro Boticelli, conocido como ‘el poeta de la línea’, por el trato especial que le daba a la composición de sus obras.



Obras:



Pintura en el Cinquecento

·   Perspectiva aérea: las zonas representadas, que son lejanas al espectador, se disuelven en un tono atmosférico lumínico.
·         Conquista plena del clasicismo
·         Dominio de la perspectiva: Lineal y atmosférica
·         La arquitectura sirve para realzar la monumentalidad de las figuras.
·         Se destaca el tema principal y se eliminan detalles anecdóticos.
·         Composiciones clásica: piramidales o triangulares
·         Búsqueda de la belleza eterna e intemporal
·         Se centran en el hombre, sus reacciones y sentimientos
·         Usan modelos reales
·         Plasman las relaciones de los personajes entre sí.
·         Realidad del momento representado 12. Características generales
·         Difuminar los contornos de las figuras, abandonando las formas: el sfumato


 San Juan Bautista (1508- 1513 d.C.)
Autor: Leonardo da Vinci
Óleo sobre tabla
Museo del Louvre, París (Francia)

·         Tratamiento lumínico de los rostros: acentúa o mitiga los gestos y expresiones.
·         Interés por el movimiento.
·         El autor planifica previamente la obra
·         Abandono del temple y adopción del óleo


1.    Escuela Veneciana:


    Tiziano (1477- 1576 d.C.): ejecutó retratos, paisajes, pinturas de escenas mitológicas y religiosas. El conjunto de su obra se caracteriza por el uso del color, vívido y luminoso, con una pincelada suelta y una delicadeza en las modulaciones cromáticas sin precedentes en la Historia del Arte occidental.

    Giorgione (1477 – 1510 d.C.): es el iniciador de la escuela veneciana dentro de la pintura renacentista, que logra gran parte de su efecto mediante el color y el ambiente, tradicionalmente opuesta a la preferencia por el dibujo de la pintura florentina. Conocido por la poética calidad de su trabajo, aunque sólo seis cuadros se le atribuyen con certeza. Dejó también varios cuadros inacabados, que completaron otros pintores.

     Paolo Veronés (1528- 1588 d.C.): su estilo se caracteriza por el lujo, la arquitectura clásica que enmarca sus escenas y el rico aunque suave colorido. Su tratamiento del color se anticipa a la pintura francesa del siglo XIX, destacando en la reproducción y sugerencia del brillo y textura de las telas. Prefiere los tonos fríos y claros: gris, plata, azules y amarillos. Su temática es predominantemente religiosa, pero representa las escenas bíblicas al modo de las grandes fiestas venecianas, reflejando la alegría de vivir y el esplendor de la República de los dogos. Los trajes son fastuosos y el ambiente, suntuoso, poblado de multitud de personajes en grandilocuentes ambientaciones. 

Obras:

    

2. Escuela Florentina:

 
Autorretaro (1512- 1515 d.C.)
Leonardo da Vinci (1452- 1519):
fue un polímata italiano, se desempeñó simultáneamente como pintor, anatomista, arquitecto, artista, botánico, científico, escritor, escultor, filósofo, ingeniero, inventor, músico, poeta y urbanista; ciencias y artes que entrelazó y plasmó en toda su obra. Es la figura que ejemplifica el tránsito del Quattrocento al Cinquecento. Destaca su contribución con la técnica del esfumado, consistente en difuminar las sombras de la persona pintada hasta que se confundan con el fondo oscuro. De esta manera desaparecen los marcados perfiles propios del Quattrocento. Gracias a estos contrastes de luces y sombras se logra una impresión de profundidad; es el maestro del claroscuro. El dibujo preciso da paso a un uso del color para transmitir la sensación de profundidad. Sus paisajes, envueltos en una atmósfera neblinosa, y en los que se ha logrado la sensación de profundidad gracias a las gradaciones de color, están dotados así de un encanto misterioso. Igualmente enigmática es la típica sonrisa que da a sus personajes, un poco ambigua, que no transmite con precisión cuál es el estado de ánimo del retratado. El ejemplo máximo de este rasgo es “La Mona lisa”. Igualmente, realizaba continuos experimentos con pigmentos oleosos sobre yeso seco, y a ello se debe el deterioro de las pinturas murales que han llegado hasta nuestros días, como es el caso de “La última cena”.





Retrato de Marcello Venusti (1535)
   
     Miguel Ángel Buonarroti (1475-1564 d.C.): es quizá el artista más completo del Alto Renacimiento, pues realizó obras escultóricas, pictóricas y arquitectónicas. Su obra cumbre como pintor son los frescos que realizó en la Capilla Sixtina: primero la bóveda (1508-1512) y veinte años después el Juicio Final (1533-1540). Las diferencias de estilo entre una y otra composición evidencian el tránsito del Alto Renacimiento al Manierismo. En la bóveda se representan las tres artes: gracias a la pintura, las figuras parecen auténticas esculturas que se enmarcan en una arquitectura ficticia de pilastras y cornisas. Aunque de dimensiones sobrehumanas, en la bóveda sigue primando la serenidad, la perfección, el equilibrio clásico. Distinto es el Juicio Final del testero, composición abigarrada y nerviosa, plena de dramatismo y pesimismo.


    Sus obras reflejan la terribilità, una fuerza dramática y enérgica que desprenden. Al mismo tiempo, su trabajo en la Capilla Sixtina es complejo, pues no hay una idea o proporción común a todos los frescos, sino que hay diferentes puntos de vista y de tamaños, hablándose entonces de una multiperspectiva. Predomina en esta obra la representación anatómica de la figura humana en detrimento del paisaje, que nada interesa a Miguel Ángel. Y todo ello a través sobre todo del dibujo y la forma, el volumen, sin que tampoco haya en Miguel Ángel especial cuidado por el cromatismo. No son composiciones rígidas, sino que las posturas, las torsiones, la composición de los personajes, transmiten la idea de dinamismo y fuerza. 




     
Autorretrato (1505)
Rafael Sanzio
(1483-1520 d.C.): es el mejor representante del equilibrio y orden en la pintura renacentista. Perpetuó las ideas clasicistas propias del humanismo y la mesura y proporción que pretenden reflejar el ideal.  Se puede apreciar en Rafael la existencia de diversos momentos, pues iba sintetizando las diversas influencias que recibía, y las asimilaba como algo propio que iba añadiendo a su estilo. En sus primeras obras es obvia la influencia de Perugino, en la suavidad de sus personajes, enmarcados en composiciones geométricas que lograban sensación de profundidad mediante planos paralelos. Más tarde, Rafael estuvo en Florencia, y allí la influencia de Leonardo dan un toque de delicadeza a sus Vírgenes, con suaves sonrisas y modeladas con el claroscuro típicamente leonardesco; copia la composición triangular de Leonardo en numerosas Madonnas. La aportación más original de Rafael es su concepción espacial, al lograr transmitir sensación de profundidad y amplitud.


     Cuando se instala en Roma en 1508, entra en contacto con la obra de Miguel Ángel. La grandiosidad de sus representaciones en la bóveda de la Capilla Sixtina, y ello dota a la obra de Rafael de una mayor fuerza y monumentalidad. El nerviosismo y la asimetría característicos del Manierismo se ven en su última obra, inacabada, la Transfiguración, con esos dos planos diferentes: el celestial y el terrenal, tratados también de manera distinta.




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1 comentario:

  1. mi profe de historia me mandó esto para un trabajo, que tienen ustedes pobres? <3

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