El
barroco español es una mezcla de ornamentación y sobriedad. A partir del siglo XVIII la ornamentación en este tipo de
arte es tan abundante y complicada como en el rococó alemán, pero mientras que éste resulta elegante, por su parte, el barroco hispano es siempre emotivo.
Cabe destacar, que las principales
manifestaciones barrocas en este país, se inscriben dentro del ámbito religioso, no
sólo por su temática, sino también por su finalidad. Esto se debe a que la
sociedad del siglo XVII no cambia sus bases con respecto a las del siglo XVI
(una nobleza y un clero que sufragan generosamente todo tipo de manifestaciones
artísticas), pues siguen construyéndose iglesias y conventos, siendo, más bien, escasa la producción de obras de carácter civil.
Ahora bien, a raíz de lo anterior, se
suele decir que el arte Barroco es el arte de la Contrarreforma, método a través del cual Concilio de Trento decreta los temas predominantes en la
iconografía artística y depura otros tantos. Con el fin de asegurar a los fieles al seno de la iglesia más popular mediante el uso de imágenes sugestivas que conlleven al
pueblo a figurar la imagen real, es decir, lo que hay detrás del símbolo y, a su vez, reaccionar contra la severidad e iconoclastía del Protestantismo (idea propuesta por Lutero, que plantea una nueva forma de creer en la salvación, puesto que no depende de las obras, sino de la fe y las enseñanzas
aportadas por la Biblia).
No obstante, la iglesia empieza a dirigir a sus
artistas, en sus temas y en la forma de realizarlos, pues pretendía controlar el
decoro, la prestancia, el tema y su verosimilitud. Por esta razón, las imágenes
intentan aislar lo católico de lo hereje para que nadie tenga ninguna duda y así
se potencien sobre todo aquellos rasgos de la fe que han sido eliminados por
Lutero o Calvino.
Se hace importante el arraigo de este estilo a nivel popular y su larga prolongación en el tiempo, que van desde las más importantes manifestaciones de arquitectura, escultura o pintura, hasta las más modestas tallas o retablos inspirados en contenidos religiosos y devocionales. Creados por la enorme variedad estilística que caracterizaba a cada autor lo que ha hecho difícil una clara agrupación por escuelas.
Retablo de la Iglesia de San Isidoro del Campo, Juan Martínez Montañés. (1609-1613) |
Las Meninas, Diego Velázquez. (1656) |
El Palacio Real de Madrid, Juvara y Sachetti |
WEBGRAFÍA:
El Barroco Español: arquitectura y escultura. [En línea]. [Consulta domingo 8 de noviembre de 2015]. <http://www.ieslasmusas.org/geohistoria/tema17elbarroco.pdf>
El Barroco Español. [En línea]. [Consulta domingo 8 de noviembre de 2015]. <http://clio.rediris.es/n33/n33/arte/17Baresp.pdf>
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