lunes, 31 de agosto de 2015

LA ANTIGUA ROMA Y SUS ARTES PLÁSTICAS (CONTINUACIÓN)

LA PINTURA 

División del Imperio Romano para el año 264.
Separándose así en Roma y Constantinopla 
Heredera del arte etrusco y la pintura griega, se presentan así las grandes composiciones del imperio romano. Pintores como Zeuxis, Apeles, Parraísos, Euponpos o Polignotos fueron grandes maestros de los que bebió la pictórica romana.  La pobreza de los materiales arquitectónicos utilizados en las construcciones romanas hizo posible un desarrollo de la pintura mural. Sin embargo no sólo se desarrolló este tipo de pintura de grandes dimensiones si no que la pintura sobre caballete fue frecuente entre las clases altas del Imperio romano.



La pintura se desarrolla fundamentalmente a partir del siglo III a.C. y evoluciona con evidente homogeneidad hasta el siglo V d.C., a través de las etapas que van señalando su evolución política: República (hasta el año 27 a.C.), Alto Imperio (hasta el siglo III d.C.) y Bajo Imperio (siglos IV y V d.C.).

Dos nombre destacan como precursores de la pintura histórica romana: Fabius Oictor y Pacuvius. El primero, apenas conocido, vivió cerca del 300 a.C. y sus crónicas nos hablan de las pinturas que realizó en algunos templos como el de Salus en el Quirinal. Estas pinturas hacían referencia a la segunda guerra samnítica y de ellas no quedan más que referencias de Dionysios de Halicarnaso. El segundo pintor hacía las veces de poeta y al venir de Brindisi, se le podía considerar semihelénico. Nada sabemos de su producción artística aunque podemos imaginar que su tendencia hacia lo griego sería determinante.

Estos dos pintores nos remiten a un tipo de pinturas históricas en las que las representaciones batallísticas y las conmemoraciones de victorias serían los temas más frecuentes. 

Se destaca de estos primeros años de la pintura romana la que denominamos  'geográfica'. Este tipo de pintura aludía a la necesidad de Roma por conocer los nuevos lugares conquistados. Un ejemplo sería el realizado en el siglo II a.C. sobre Cerdeña en el que se figuraban los hechos principales, riquezas o monumentos mediante pequeños cuadritos. Existían a mediados de este siglo II a.C. los llamados pintores de lugares campestres a modo de cartógrafo. En ellos se describían los países  en forma panorámica, vistos desde lo alto. 

Otro tipo de pintura en el periodo de la Republica romana fue el tipo decorativo. El uso de materiales pobres en los edificios como el hormigón, el sillarejo, ladrillos o mampostería, obligaban a colocar sobre ellos un revestimiento. Para ello las paredes se enlucían con una capa de blanco y fino estuco que posteriormente se pulía. El estuco era mármol reducido a polvo que se mezclaba con cal o cola para su adhesión a la pared. 

La técnica de las pinturas murales producidas dentro de las casas romana está inspirada en la tectónica griega, es decir, la división del muro en tres partes: Zócalo, superestructura y zona intermedia. Ampliándose más tarde con frisos y platabandas. Otra innovación de la pintura romana es la apertura del muro mediante una perspectiva pintada en forma de ventana abierta  en la cual se introducían los personajes de dos formas: Mediante pequeños cuadros figurados ó bien colocando a los personajes sobres los zócalos a modo de espacio teatral.

Triunfo de Baco y Ariadna de Annibale Carraci
1597-1600
Palacio Farnecio - Roma

La propagación de esta pintura decorativa se da por las ansias de lujo interior y suntuosidad que las clases pudientes romanas buscaban para sus viviendas. La ausencia de muebles y los grandes espacios de patios y estancias hacían necesario estos revestimientos, permitían así crear efectos con mayor facilidad y con menos coste. 

A pesar de la gran cantidad sitios en los que se desarrolló la pintura, es cierto que la que ha llegado hasta nosotros no es representativa de toda la época romana. Los ejemplos se reducen a un tiempo y a una localización geográfica determinada. La mayoría de ejemplos proceden de las dos ciudades sepultadas por la erupción del Vesubio: Pompeya y Herculano, ambas en los alrededores de Nápoles. De Roma, la gran urbe, apenas tenemos. La amplitud cronológica se marca durante dos siglos, con fin en el año 79 con la catástrofe volcánica. Más allá de esta fecha los restos son prácticamente nulos, si bien sabemos de decoraciones en tiempos de Adriano como alguna bóveda en cámara funeraria o el comienzo de las pinturas de las Catacumbas cristianas. 

Capilla Sixtina- Catatumbas cristianas
Ciudad del Vaticano

Los autores de estas pinturas fueron simples artesanos con una destreza especial, los cuales conocían los repertorios de la gran pintura griega y la técnica utilizada era al fresco aplicando los colores a la pared recién enlucida y húmeda, con ellos conseguían que al aplicar las tintas de los colores, estos penetraran creando una capa gruesa. En ocasiones se pintaba directamente en seco si el enlucido se había secado. 

Cuatro son los estilos en los que se ha dividido la pintura romana:  

-Primer estilo Pompeyano o de incrustación (siglos II a.C. y I a.C.): el más antiguo, imita revestimientos de mármoles.

Consiste en la simulación de paredes marmóreas y jaspes veteados a las construidas con sillares labrados. El color de estos mármoles ficticios figura altos zócalos, pilastras adosadas frisos o columnas exentas. Son grandes composiciones murales copiadas de los efectos producidos por los revestimientos reales de mármol. 

La influencia que en este primer estilo representa la pintura griega, le da la  definición de estilo Helénico. Los ejemplos más sobresalientes de esta etapa serán la Casa di Sallustio y la del Fauno, ambas en Pompeya. En Roma podemos destacar el palacio Flavio situado en el Palatino. 
Casa di Sallustio
Italia
Casa del Fauno
Pompeya - Italia


-Segundo estilo Pompeyano o arquitectónico o de perspectiva (del siglo I a.C. al I d.C.): los muros se adornan con representaciones arquitectónicas fingidas e intentos de perspectiva; también se introducen temas figurados, paisajes y bodegones.

En este estilo se utilizan juegos de luces y sombras que crean relieves. Igualmente se forman líneas de fuga en los elementos pintados que asemejan estar exentos de la pared. Se crea una perspectiva de paisaje externo a la estancia en la que se coloca la pintura, así pues se simulan paisajes bucólicos a través de ventanales en los que se introducían casas romanas y por primera vez personajes. Éstos eran representados en escenas mitológicas o de género.

A diferencia del primero, este estilo es ya propio  de la cultura romana y no una importación griega. La villa Farnesina de Roma junto con de Pompeya serán los ejemplos más destacables de este tipo arquitectónico. Introduce por primera vez la figuración de bodegones cotidianos. 

La Villa de los Misterios
Pompeya - Italia
La Villa Farnesina de Roma
Trastevere-Roma


-Tercer estilo Pompeyano u ornamental o de paredes reales (contemporáneo del anterior): Elementos arquitectónicos en primer plano, subrayando el muro y haciendo un efecto de ventana. La arquitectura introduce guirnaldas y amorcillos en escenas generalmente amarillas sobre fondos oscuros.

Este tercer estilo fue efímero puesto que las innovaciones del cuarto pronto se impusieron. Vemos la inclusión de elementos no arquitectónicos como amorcillos que sostienen guirnaldas formando frisos irreales. Llega a su fin en tiempos de Nerón con pinturas en la Domus Áurea como obra cumbre.



Domus Aurea "Casa de Oro"
Entre Palatino y Esquilino - Roma  
Domus Aurea "Casa de Oro"
Entre Palatino y Esquilino - Roma 

-Cuarto Estilo Pompeyano o de iluminismo arquitectónico (siglo I d.C.): Se retoma la perspectiva del segundo período pero se usan más colores y más elementos decorativos, incorporando formas arquitectónicas muy diversas, recuadros con escenas mitológicas y paisajes imaginarios.

La técnica utilizada en estas nuevas pinturas buscaba los efectos irreales y sorprendentes dejando a un lado la pericia y el preciosismo anterior. Las simulaciones arquitectónicas decaen a favor de composiciones fantásticas, irreales y mágicas que no contienen una realidad objetiva.

Roma 
Pompeya 
Las entonaciones son claras sobre fondos totalmente blancos.
Predilección por los colores vivos como el púrpura, el rojo cinabrio, el azul intenso, o el amarillo dorado para las columnas.
Se reproducen pequeñas escenas con figuras humanas, siendo frecuentes los paisajes marinos.

Numerosos los cuadros murales en los que se representan diversos temas, el espacio central se reserva para temas mitológicos con desnudos incluidos.
        
Las obras más importantes se concentran en las dos ciudades italianas con la casa de Lucretius Fronto o la casa de los Vetii ambas en Pompeya. En Roma son fabulosos los corredores pintados y las grandes salas de la Domus de Nerón que también agrupa el tercer y cuarto estilo.    

Casa de Marcus Lucretius Fronto
Pompeya - Italia

Pintura Sobre Tabla
La pintura sobre tabla debió ser habitual, como ocurría en Grecia, pero al tratarse de materiales perecederos no se ha conservado, salvo casos excepcionales, como los Retratos de El Fayum, de una necrópolis egipcia del siglo II.
   
Estos retratos representan, muy a menudo, a personas jóvenes, en muchos casos se ha comprobado que más jóvenes que los difuntos, por lo que debían ser retratos que el fallecido se había hecho en vida.

El Fayum, necrópolis egipcia del siglo II.
EL MOSAICO
El mosaico era la decoración lograda por medio de pequeñas piezas de piedra, terracota o vidrio (las teselas), con las que se formaban decoraciones de motivos geométricos o figurados. Se utilizaban para la decoración de los suelos, aunque en algunos casos, en viviendas de extrema riqueza, aparece en las paredes. Encontramos varios tipos, dependiendo del tamaño de las táselas:


-Opus Sectile: el más rudimentario, imita labores de mármoles o piedra mediante grandes piezas, fragmentos de distinto tamaño de mármol que se acoplan formando un dibujo de tema figurativo o composiciones geométricas (círculos, cuadrados, formando diferentes composiciones).

Tigresa atacando a un ternero, Basílica de Junius Bassus.














-Opus Tessellatum: cuando el tamaño de las teselas es superior a 1 cm. Mediante estas pequeñas tesellas, se forman escenas, desarrollando verdaderas composiciones pictóricas.


Opus Tessellatum Mosaico 

-Opus Vermiculatum: el tamaño de las teselas es inferior a 1 cm. El mosaico se concibe en este caso como una simple imitación de la pintura, buscándose un acercamiento a los efectos que consigue el pintor con su pincel. Para ello se utilizan cubos sumamente reducidos (de unos pocos milímetros de arista) y se buscan las máximas gradaciones de color.  

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