martes, 8 de septiembre de 2015

ARTE BIZANTINO, LA INTRODUCCIÓN AL MEDIOEVO

El arte bizantino es el reflejo de un legado romano. En gran medida, este arte transformó sus manifestaciones, en el inicio de una época con fundamentos, ideología y costumbres diferentes. Es así como estas expresiones artísticas hacen transición de la Edad Antigua a la Edad Media.
Por: Laura V. Orozco, Andrea Suárez, Juditza Fuenmayor, Alberto Jiménez y Shadya Torres.

Contexto histórico y geográfico

El arte bizantino es la manifestación artística iniciada en el siglo IV d.C. en el Imperio Bizantino, el cual recogió influencias romanas y griegas y duró hasta 1453 con la caída de Constantinopla debido a la invasión árabe. El cristianismo incipiente y el Islam también fueron factores de influjo en este arte.

Contextualmente, cabe recordar que Constantinopla, actualmente Estambul, fue fundada en el 330 por Constantino El Grande; así, tras perder dominio el imperio romano de occidente, el bizantino sería quien dominaría todo el territorio de oriente que había gobernado su antecesor. De esta forma, se convirtió en su herederoy permaneció durante toda la Edad Media.



El arte en este territorio privilegiado geográficamente obtuvo una visión trascendente del mundo, basada en la fe y en las creencias religiosas, lo que lo diferencia del imperio romano, que se caracterizaba por el politeísmo. En las puertas de la Edad Media, el imperio bizantino afirmó las religiones monoteístas y, por tanto, las instituciones políticas y sociales del mundo antiguo basadas en la razón, entraron en crisis.


·         Períodos del imperio

Primera etapa: Es la comprendida entre el 395 y el 850, dentro del cual se desarrolla el momento más importante: el reinado de Justiniano durante el 527 hasta 565. Este emperador tuvo gran relevancia en el territorio bizantino porque gracias a él se intentó reconstruir el imperio romano, cuyos elementos rescatados fueron apenas el derecho, la administración romana, el idioma, el arte, las letras griegas, las creencias y costumbres cristianas. En esta etapa, además, se dio el Cesaropapismo, que pretendía unificar el poder religioso con el político, personificado en el emperador.

Un movimiento importante que marcó la historia del arte bizantino fue la Iconoclastia en 726, impuesto por León III, por medio del cual pretendía prohibir la exhibición de íconos e imágenes que representaran, exaltaran y reprodujeran la figura de la santidad. La emperatriz Teodora, esposa de Teófilo, como iconódularetoma el culto a las imágenes en el 843, que se vería reflejado en todo el período artístico del imperio bizantino.

Segunda etapa:Esta momento de glorias militares y de conquista de otros territorios que les dio expansión, consignada entre el 850 y el 1050, constituyó un gran esplendor que reforzó el poder de la monarquía absoluta y el arte de carácter estatal y propagandístico.

Tercera etapa: Entre 1050 y 1453 hubo una decadencia debido al sistema económico que surgía: el feudalismo, lo que generó que el poder monárquico disminuyera hasta que los normandos, venecianos, cruzados y turcos invadieron el territorio y Bizancio quedara bajo su dominio.

Características del arte bizantino

Gracias al cultivo del misticismo y la superstición, el arte giró en torno al simbolismo, el antinaturalismo y la abstracción, en cuyas características se impuso la religiosidad frente a lo terrenal y lo intelectual. De esta manera, gozando de una característica propia de la Edad Media, el arte bizantino tuvo una vasta influencia, plasmada en todo su ámbito, del poder de la Iglesia Cristiana y la religión.

También, se caracterizó por la influencia de la religión cristiana, la cual constituiría la continuidad del arte paleocristiano oriental. Se percibió el influjo de la cultura griega, centrada en su propia recuperación, y de la cultura oriental. Es importante resaltar que la persona del primer poder en estos territorios, es decir el emperador, era quien tenía total poder sobre el arte y muestra de esto fue la exposición de la figura de la trinidad y el emperador en unas de las representaciones del arte bizantino: el mosaico y el ícono. De la misma forma, este arte enaltece una arquitectura monumental manifestada en sus iglesias, ubicadas especialmente en Bizancio y Ravena.

Recapitulando, las manifestaciones artísticas se vieron reflejadas en tres tipos: primero, la arquitectura que alardeaba la suntuosidad y la riqueza a través de la civilización urbana. Segundo, las artes pictóricas como mosaicos e íconos. Tercero, la escultura y el manejo de la orfebrería y los marfiles. Es así como se originó una geometría que daba orden a la divinidad y una presencia de coloridas obras.

Manifestaciones artísticas

Las manifestaciones artísticas empiezan en la primera edad de oro, también denominada primera etapa, en el cual se dio el reinado de Justiniano, quien consideraba que las magnitudes de la arquitectura representaban la grandeza (exclusivamente imperial) y que las empresas dedicadas a ello tenían la misma importancia que los rangos religiosos y los que velaban por la seguridad fronteriza.

El emperador y su familia, por disponer de los recursos para tener talleres y artesanos, eran quienes encargaban manuscritos, orfebrería y marfiles a pintores que ilustrarían los códices purpúreos, para obsequiarlos a los altos dignatarios. Esto constituyó una característica importante de las relaciones políticas de entonces.

La arquitectura fue el primer tipo de manifestación artística del imperio bizantino y la más significativa. Las construcciones se conceptualizaron bajo espacios dinámicos y grandes con dilatados escenarios curvos bajo cúpulas o bóvedas. En este sentido, se manejaron las pechinas que eran estructuras en forma de triángulos esférica que sustentaban las bóvedas y permitían que la planta cuadrada pudiera emplear en su final una forma circular).

Otros elementos importantes de la arquitectura fueron los sistemas de contrapesos, medias cúpulas, cuartos de cúpula, contrafuertes y gruesos muros que constituían todas las partes necesarias para lograr el estilo. Sin embargo, hubo estilos rectangulares en las plantas de las iglesias que fueron adoptados del arte paleocristiano como la Basílica de San Apolinar. Otro estilo fueron las plantas en forma de cruz griega o centralizada como la Basílica de Santa Sofía y la de forma poligonal como la Iglesia de San Vital. Estos espacios se convirtieron en lugares idóneos para glorificar a Dios y al Basileus (rey o emperador).

Bajo este concepto, también se notó mucho la permanencia de algunas formas del estilo romano, como los arcos de medio punto. Asimismo, se mantuvo la columna corintia propia de la tradición griega. El arte bizantino consistió en el mantenimiento y la superación de las soluciones romanas evidenciados mediante materiales como piedra y ladrillo con revestimientos varios de lujo, bóvedas de arista y cañón, y el mosaico mural para decorar los muros y las bóvedas.



Paralela a la tipología paleocristiana, la basílica bizantina hace algunos cambios. Por ejemplo, el atrio antiguo (patio inmediato al acceso hasta donde entraban libremente los fieles) se reemplazó por un pórtico contiguo a la fachada mientras  contaba con un Nártex en la entrada (para los catecúmenos, que solo podrían asistir hasta una parte de la misa). Se adhiere a esto, la reja perforada llena de íconos denominada iconostasis que separa a los fieles del sacerdote, porque nunca lo deben ver. Aparece también la tribuna o segunda planta de las naves laterales, abierta por arcos a la nave central, será el precedente del triforio gótico y servía para alojar a las mujeres.


·         Aportes arquitectónicos
                                                  
La Iglesia de San Vital es una construcción emblemática de estilo arquitectónico bizantino, porque contiene la forma de planta centralizada que se prefirió y utilizó, especialmente, durante la primera edad de oro. Los elementos de este modelo están dispuestos en torno de una gran cúpula céntrica con base en un tambor y sostenida por columnas y pilares. Cuenta con ventanales que iluminan el espacio central con el fin de lograr un efecto sobrenatural y presenta una planta octogonal con exedras de dos pisos, ábside y un nártex.

La construcción consta de una galería superior con un palco, el lugar desde donde la emperatriz observaba las ceremonias religiosas. El acceso a este espacio es a través de una rampa por la que, si era necesario, podían acceder jinetes a caballo.



Otras manifestaciones artísticas comprendidas en la arquitectura bizantina que se encuentra dentro de las principales aportaciones es la Basílica de Santa Sofía, la cual tiene una planta en forma de cruz griega y una cúpula central. Otro aporte a este arte es la Basílica de San Apolinar que se forma a partir de planta regular propia de la tradición paleocristiana.
 Basílica de San Apolinar con planta rectangular.

Basílica de Santa Sofía. 


Iglesia de San Vital.


·         Los arcos bizantinos

El arco de medio punto es un elemento heredado del arte romano; sin embargo, en algunas construcciones se utilizó el achatado como una muestra de anticlasicismo. El arco ciego se usó para decorar las paredes. Algunos de los arcos permiten la entrada a amplias bóvedas de cañón, en ocasiones con aristas.

Arco de medio punto.



·         Las columnas bizantinas

Se heredan las columnas corintias del arte griego. Para el decorado del capitel se empleó una técnica denominada trepanación que consistía en la perforación para lograr un estilo artístico y lograr el claroscuro a partir del juego con la luz. Muchas veces se usaron motivos vegetales intrincados.

Columnas bizantinas en la portada de la basílica
de San Juan y San Pablo de Venecia.

·         Pechinas

Estructuras sustentables de forma triangular que permiten el paso de una planta cuadrada a una circular.


·         Pintura

Otro tipo de manifestación artística evidenciada en el arte bizantino es la pictórica, pues a pesar de que en este periodo se limitó considerablemente a raíz del movimiento iconoclasta, la pintura se desarrolló principalmente plasmando temáticas y personajes religiosos.

Los iconoclastas surgieron en los siglos VIII y IX, a partir de la amplia difusión que tuvieron las pinturas de carácter divino, como aquellas personas que deliberadamente se oponían y destruían las imágenes, pues estaban en contra de la veneración a los iconos.

A pesar de resultar contradictorio, lo fundamental de la pintura bizantina radica en la importancia que se le otorgó como medio de materialización y revelación de lo divino.


Las técnicas pictóricas más representativas del arte bizantino son: 


·         El mosaico

Consistía en las composiciones de grandes escenas, generalmente religiosas, pero no pintadas sino hechas con pequeñas piezas de cerámica o de mármol de colores, llamadas teselas, que se iban pegando a una base preparada para contenerlos y ordenarlos.

En los mosaicos se lograban impactantes efectos de luces y sombras así como penetrantes contrastes entre la figura y el fondo obteniendo un eficaz resultado que apoyaba la intensión para los que eran creados estos mosaicos al infundir idolatría y profundo fervor religioso en el espectador.

Los personajes representados iconográficamente  en los mosaicos permiten identificar la carencia de movimiento en las figuras y en la expresión en los rostros de los personajes.

Magníficos mosaicos bizantinos se encuentran en la basílica Santa Sofía y se puede destacar la obra del Cristo Pantocrátor.


Mosaico bizantino en la iglesia de San Vital de Ravena.


·         La escultura, orfebrería y esmaltes

De igual forma, tuvo lugar la escultura,  aproximadamente en el  siglo VI, influenciada por el arte griego y romano en aspectos como la perspectiva frontal de la escultura, escaso dinamismo  y enmarcadas en composiciones rígidas y jerarquizadas.

Las obras de más importancia de la escultura bizantina son las de pequeño tamaño como lo son los dípticos y las cajas, talladas  en diversos materiales entre ellos el marfil;  que fue utilizado  para la realización de objetos de lujo, de uso religioso y también para combinar la imagen del emperador con la de Cristo.

Los dípticos y trípticos realizados en marfil representan muy bien la maestría que estos artesanos alcanzaron, donde la preocupación por el detalle y un acabado perfecto son elementos que destacan.

Escultura bizantina en díptico.

También, se destacan los relieves en sarcófagos elaborados en marfil. Para ejemplificarlos, se pueden mencionar los que se encuentran en San Vital de Rávena, en los que se representan los temas del Buen Pastor.

Sarcófago, muestra de la escultura bizantina.



Así mismo, las muestras de arte bizantinas se encuentran en la elaboración de piezas de orfebrería y esmaltes litúrgicos.

Con respecto a los esmaltes litúrgicos,  en el mundo bizantino adquirieron una gran importancia en la creación de tesoros.

Los esmaltes son vidrios coloreados compuestos de sílice y óxidos metálicos colorantes que se aplicaban sobre objetos o planchas de plata, oro, cobre o incluso hierro.

Durante toda esta época, los esmaltes se realizaban con la técnica del tabicado bizantino, sobre oro o plata, pues muy poco sobre cobre. En coherencia con las líneas del dibujo realizado en el arte bizantino, se colocaban, perpendicularmente soldadas, las laminillas finas o tabiques; los compartimientos resultantes se llenaban con polvos de esmaltes fundiéndolos en el horno y puliéndose luego la superficie. Los artesanos bizantinos fueron especialmente diestros.
 Esmaltados del arte bizantino.



Al hablar de orfebrería, los bizantinos forjaron otros objetos litúrgicos en oro y plata que solo eran adquiridos por  personas que tenían la capacidad y poder de ostentarlos.

A partir de las anteriores consideraciones acerca del arte bizantino, se reafirma la idea de que es la continuación del arte romano y, a su vez, griego, que exploró nuevas manifestaciones artísticas que hoy por hoy son identificadas propias del periodo de transición entre la Edad Antigua a la Medieval,  es decir, el periodo bizantino.

Orfebrería del arte bizantino.


Por Andrea Suárez, Laura V, Orozco, Alberto Jiménez, Juditza Fuenmayor y Shadya Torres.




Bibliografía

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Lanchas, S. (s.f.). Arte paleocristiano y bizantino: la basílica. Recuperado el 12 de septiembre de 2015, de http://www.edu.xunta.es/centros/iessanpaio/system/files/TEMAIVPALEOBIZANTINO.pdf

 Lecturas sugeridas

Libro Arte de Frederick Hartt (Pág 329)




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